AGUA, FUENTE DE VIDA…Y DE CONFLICTOS
El Tribunal Internacional por los Derechos de
la Naturaleza ha dictado y publicado sentencia contra la sobreexplotación
del Acuífero Aguas y el expolio de tierras y recursos hídricos en el Río Aguas
(Almería). Aunque no es una sentencia vinculante, sí ayuda a que la dramática
situación de la comarca llegue el Parlamento Europeo a través de la denuncia de
las asociaciones y localidades afectadas. Este tribunal trata casos de violaciones
cometidas contra los derechos de la Naturaleza en Europa. El expolio del
Acuífero Aguas ha sido el único caso español llevado ante dicho Tribunal. Y un
aspecto que ha tenido en cuenta el tribunal, y aspecto relevante, es considerar
la vulneración de derechos de las generaciones futuras.
Detener la
extracción de aguas subterráneas y permitir que los ecosistemas se recuperen,
es reivindicación básica. Y por eso, allá por el mes de febrero de este año
presentaba una propuesta en el Parlamento andaluz, trabajado con la Plataforma
en Defensa del Río Aguas, y la recién creada en ese momento, Plataforma que
aglutinaba a todas las de la provincia, Acuíferos
Vivos, para que, conocida la situación del acuífero, se tomaran medidas que
evitaran el grave deterioro que se cernía sobre la comarca regada por los
manantiales del río Aguas. Siguen haciendo falta medidas urgentes para frenar y
revertir el Ecocidio, porque, como
queda reflejado en la sentencia, "el agua no tiene precio: las sociedades
que sacrifican las fuentes de agua por dinero pagarán un precio terrible”.
La provincia de Almería, la región más árida
de Europa, exporta grandes cantidades de agua
virtual, en forma de producción hortofrutícola o aceite de oliva, hacia
regiones húmedas del Centro y Norte de Europa. Siendo esto así, y siendo conscientes
de lo que ello supone, seguir aceptando la existencia de miles de hectáreas de
olivar en régimen superintensivo es una necedad. Supone una incoherencia
ecológica que compromete el futuro socioeconómico del maltratado sureste
peninsular. Todos los acuíferos de la provincia de Almería se encuentran
catalogados como masas de agua subterráneas en mal estado en el Plan
Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas, elaborado por la propia Junta. Sin
embargo, y contra toda lógica, los grupos parlamentarios que suman mayorías en
el parlamento andaluz impidieron la aprobación de la propuesta, que como digo,
elaboré conjuntamente con Acuíferos Vivos.
Los regadíos,
consumen la mayor cantidad de agua (un 86,9%) en la provincia. El cambio en los
usos del suelo y la intensificación de la actividad agrícola de exportación,
han generado una grave situación de insostenibilidad, lo que es una amenaza, para
el territorio y para la población que lo habita. Y la Junta de Andalucía no
está cumpliendo con su papel de gestión y planificación, en materia de agua.
La
sobreexplotación de los acuíferos forma parte de un modelo agrícola que está
haciendo mella en la viabilidad a largo plazo, de la agricultura en la provincia
y ya está provocando una progresiva falta de rentabilidad económica y la puesta
en peligro del modelo de agricultura almeriense tradicional, con la pérdida
asociada de numerosos puestos de trabajo.
Si la
situación de Almería es grave, el resto de territorios andaluces, y también el
resto de la península siguen el mismo camino, sin querer asumir que el ciclo
del agua no podemos acelerarlo, y lo estamos alterando al consumir agua a mayor
velocidad de la que se repone.
Es necesaria
una Planificación y Gestión Territorial que contemple la viabilidad de la
agricultura a largo plazo. Es necesario adoptar medidas para no comprometer el
futuro de los recursos hídricos y de las actividades que de estos dependen. La
administración, siendo consciente del serio riesgo en que están las Masas de
Agua Subterránea por las abusivas extracciones, debe actuar. Es tarea imprescindible proteger y regenerar
las masas de agua subterránea declaradas en mal estado, no permitir que, los
derechos de los propietarios de concesiones causen la pérdida del derecho al
agua de los habitantes de la zona. Hay que conseguir que la situación de
sobreexplotación se revierta porque las cifras de las concesiones y los
derechos de agua son muy superiores a la disponibilidad.
Y es la
Administración, la que, inexplicablemente, ha dado más concesiones que recursos
existen. Esto se agrava por la gran cantidad de sondeos, captaciones ilegales y
pozos reprofundizados que extraen un volumen más alto del autorizado, además de
todo un cúmulo de irregularidades que apenas se controlan.
Lamentablemente,
los responsables políticos que gestionan en clave cortoplacista, sabiendo que
serán evaluados cada 4 años, son cobardes en relación a lo que se debería
hacer. Y acaban asumiendo la realización de
grandes obras hidráulicas; presas, embalses, diques, trasvases o
canalizaciones… Actuaciones todas que, no solo no solucionan el problema de
fondo, sino que lo agravan. El Gobierno Andaluz y las Confederaciones
Hidrográficas, hasta ahora, han negado el problema de sobreexplotación. Y hay
que encarar la situación existente para darle un adecuado tratamiento.
Hay que
replantear los regadíos actuales y adaptar el número de Hectáreas a la
capacidad de nuestras cuencas y acuíferos de mantenerlas. Y cuestión muy
importante es la recuperación y
conservación del buen estado
ecológico de los ecosistemas acuáticos y de ribera, que son los que mejor
se encargarán de devolver a la normalidad el ciclo natural del agua.
Conocida
toda esta problemática, las extracciones no han disminuido, sino que han
aumentado al igual que la superficie regada. En 2015 había más de 5000 ha en
regadío, y, en la actualidad alcanzan un volumen de más de 20 hm3 lo
que sitúa la sobreexplotación por encima del 400 %. Se calcula que se están
extrayendo entre 100 y 300 hm3 de las reservas, por tanto, al
acuífero le quedan menos de diez años para agotarse.
Lo
preocupante de todo esto, es que la solución que apunta el Plan Hidrológico de
las Cuencas Mediterráneas Andaluzas al agotamiento del acuífero Aguas, lejos de
cuestionar el modelo de agricultura superintensiva, propone traer más agua de
otros lugares o de desaladoras, todo un despropósito que no cuestiona la lógica
del modelo.
Tras esta
sentencia, se impone la reflexión sobre dicho modelo.
Publicado en
eldiario.es Blog En abierto, el 14 de noviembre de 2017
https://www.eldiario.es/andalucia/enabierto/Agua-fuente-viday-conflictos_6_708039218.html
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